Vas y vienes como las golondrinas
anidas en mi, dejando tu calor
y me dejas esperando otro invierno
deseando verte aparecer en el horizonte.
Quiero contemplarte por la mañana
recorrer tu rostro con mis dedos
detenerme en cada recobeco de tu cuerpo
abrazarme a ti como a mi almohada.
Más sólo veo cielos tormentosos
y bosques frondosos
árboles tapando mis ilusiones
y viento que te aleja más de mí.
Cuánto te echo de menos
como añoro tus besos
tus palabras justo a tiempo
y tu dulce forma de sonreir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario