Cuando vagas por las sombras del abismo y has visto su canto tan cerca de tus pies, te planteas muchas cosas, no porque quieras retroceder en el tiempo y volver a lo que fue tu vida, el pasado pasado queda y volver atrás para mí es retroceder y perderse en un callejón sin salida pues se sabe que una vez has avanzado pocas veces sirve volver atrás...
Pero añoro momentos y sobre todo añoro cómo me sentía, lo segura que estaba de mí misma, las posibilidades que se abrían frente a mí y que no estaba dispuesta a desperdiciar, antes lo veía todo más claro, se hacía todo más fácil, quizás siga siéndolo pero lo vivido te impide ver más allá a veces, que lo que queda de nuestras experiencias, el dolor, el miedo a fallar, a fracasar a volver a caer o que te vuelvan a fallar...
Añoro aquellos días en que mi mayor preocupación era elegir la ropa que me iba a poner, o qué deberes prefería hacer primero, añoro la seguridad que me daba la amistad, el amor inocente, el cariño entregado sin esperar nada a cambio, el cariño recibido que sentía entonces sincero. Ahora sólo existen dudas, rencores, miedos frustrantes que impiden que vea ningún gesto como puro y honesto, ahora sólo veo intereses, egoísmo, hipocresía, falsedad, sólo veo un posible peligro a volver a pasarlo mal, a que me puedan volver a dañar, a que me quieran para mal. Y sólo veo en mi, un peligro potencial de hacer daño a quien más quiero, una indecisión constante que daña a quien pretende acercarse a mí, debido a mi lucha conmigo misma por querer confiar y no ser capaz de hacerlo al mismo tiempo.
Me tengo que enseñar, tengo que esforzarme cada día y discutir conmigo misma, hay dos voces en mi cabeza, existen dos personalidades luchando cada una por sus ideas y no se consiguen reconciliar, llevan tanto tiempo sin hablarse de buenas, tanto tiempo enfadadas y resentidas y dolidas... yo quiero que se pongan de acuerdo, quiero que me permitan avanzar y permitan que pueda encontrarme a gusto en algún sitio, con gente con la que formar un vínculo sin temor a que se alejen, sin temor a quedarme sola de nuevo... tengo que buscar ese lugar en el que pueda encajar, dónde no sienta que soy prescindible para todo y sólo se acude a mi cuando existe la necesidad, cuando no hay nadie más a quien llamar...
Quiero ser parte de algo sin sentir que ese algo me acoge por compasión, quiero ser consciente de que yo también valgo la pena, que soy tan válida como cualquiera y no un comodín de usar y tirar.
Dejame que te aconseje algo, simpatica desconocida. Lo que buscas en este texto esta en los libros. Te aconsejo leer El Alquimista de Paulo Coelho, Las nueve revelaciones de James Redfield, y Veronika decide morir, sobre todo este ultimo, tambien de Paulo Coelho. Estoy convencido de que si te dejas guiar por la sabiduria que en ellos se esconde, podras salir del agujero en el que ahora pareces encontrarte.
ResponderEliminarTe doy mi consejo de corazon.
Un saludo.
Muchisimas gracias...ahora lo leo :S pero nunca es tarde ;D
ResponderEliminar